viernes, 16 de diciembre de 2011

Una de rock...

Hola amigos!
Existe, desde siempre, la diferencia entre los músicos "clásicos" y los populares. En algunos casos, se ha llegado a enfrentamientos o rivalidades expresadas desde el discurso de unos hacia otros. "Bue, es un hippie, un rockero..." Le podemos sumar sucio y drogadicto. O, "que querés solo toca música clásica." Si bien algunos, como yo, somos más flexibles a estas concepciones, las diferencias y rivalidades existen. Al divino botón se encasillan en uno u otro estilo, así como podemos aceptar las diferencias entre las personalidades, religiones, elección sexual, tendríamos que hacer lo mismo con la música. Fanatizarse no lleva a nada. Es más, te quita la posibilidad de conocer, de ampliar el espectro sonoro cultural.
Los que les voy a relatar viene de la mano con esto. Hace un par de semana me llega un correo electrónico de la directora de la orquesta de cuerdas donde toco. Ya habíamos dado el último concierto, con lo cual, habíamos cerrado el año. En ese correo, nos pregunta si estamos disponibles el lunes 12 porque nos contratarían para tocar con la "bersuit". Epa, pensé yo, rock and rollll. Si! Respondí. Igual, no creia que tocasemos con ellos, para mi que era un tema de ellos, una versión con cuerdas. Pero no! El sábado tal como acordamos, nos reunimos para ensayar "mi caramelo" el tema que íbamos a tocar. Cuando de repente entran unos flacos, saludan con confianza, lo ual me hizo pensar que era ellos. Si, amigos, la "bersuit", obvio sin Cordera. El cantante un chico de zona oeste muy cálido y amable. Ensayamos fotos y video de por medio. (Menos mal que me habia peinado)Hasta que llega el manager preguntando : ¿como se visten para tocar?. Yo, ni en pe, me ponía la pollera negra hasta los tobillos y la camisita blanca! No, para tocar rock and roll, no da...¿Se animan a tocar de pijamas? Y si...Nos animamos...Fue asi como el lunes, aparecieron con dos bolsas llenas de pijamas de diferentes colores y talles (algunos tremendamente grandes, ya que no tienen en el staf mujeres)Al mejor estilo "bananín y bananón" como diría mi compañero de fila, salimos a tocar.
Acá se sintió el rock. Mientras ibamos entrando al escenario y subiendo a una pequeñísima tarima en la cual tenía que hacer equilibrio para no caer, donde tenía que esquivar el arco del contrabajista y, en la prueba de sonido, tuve que padecer un aparato de iluminación que me hacia vibrar la silla como un secarropas, (Por suerte, este coso, lo sacaron ni bien me senté), a medida que esto pasaba una ola de gente exitada gritaba sin cesar. Coreaban el nombre de la banda. La imagen era fenomenal! Una ola de cabezas que se movían en maza de una lado al otro, de arriba a abajo. Un verdadero mar humano. Ni les cuento cuando entró el cantante. Imaginen que lo más eufórico que escuchamos los músico "clásicos" en un concierto es un "AHHHHH..." de nuestras señoras pitucas cuando se anuncia un tema de Piazzolla, Gardel, u otro hit. De repente estabamos frente a una orda de personas enloquesidas, enfáticas y que dejaban su graganta para gritarle al cantante, a nosotros...Un flash...
El cantante, en el ensayo, ya nos había dicho que seguro cantarían y nos moverían el tempo, pero nosotros nos teníamos que mantener firmes. Asi fue! Ni el flaco dejaba de sorprenderse. Que energía! Cuanta hormona aflorando! Qué experiencia. Ahora me quiero hacer del palo, jajajajaj....
Hsata la próxima...Daniela.