sábado, 7 de abril de 2012

Qué dificil ser mujer o crónicas estéticas.

Hola, amigos! Aca estoy de vuelta...
Hace unos siete meses que me he embarcado en la lucha de bajar de peso. Gracias a una máxima que repito a modo de frase de autoayuda cada vez que veo un plato tentador (mente domina panza), después de derretirme arriba de la bicicleta he logrado deshacerme de casi 13kg de mi cuerpo. Pero en este camino me he enfrentado a cosas más raras que una bici fija.
En estos meses he eliminado las golosinas, casi no como cosas dulces y lo más atractivo que tengo cerca son las frutas secas y pasas.Creo que comí helado tan poco que todavia me sobran dedos de las manos para contarlas. Ya no puedo ni ver el repollo! Durante las terribles temperaturas del verado me subí a la bici de 3 a 4 veces por semana. Obviamente provista de un abanico y algo para entretenerme, porque no hay cosa más triste que pedalear mirando la pared! Una conducta...
Se ve que para compensar , en estos meses me hice asidua a "grupon" un sistema de compras con descuentos y ahi empezó el camino hacia la belleza, jajajaja...
Empecé comprando unas sesiones en un centro de estética para levantar los caidos por la dieta. Primer obstáculo entender el idioma: presoterapia, ultracavitación, radiofrecuencias...Miércoles, que hacen aca!? En el primer circuito que compré por 8 semanas me metí en unas botas gigantes que te cubren de los pies hasta la cintura, te conectan a una máquina neumática que las infla hasta que tu cuerpo queda exprimido al mejor estilo naranja para jugo. Se infla y desinfla en ciclos regulares haciendo un ruido que no sabés en que va a terminar. Aparentemente con esto perdés grasa cada vez que orinás. No sé, si ya tenia piernas de "popotitos" con esto no me quedaría nada más...
Después de apretarte la mitad inferior del cuerpo por 30min, me untaban con un gel térmico, me envolvian con film plástico, luego con unas toallas y finalmente con unas mantas términcas que levantaban una temperatura que mamma mia! Si todavía te quedaba grasa, aca se te hizo chicharrón.
Para culminar, con el objetivo de reafirmar lo que quedaría después de eliminar toda la grasa, me conectaban a unos electrodos, las famosas ondas rusas. Ay mi dió! Sentís un cosquilleo y después zas! la descarga. En ese momento sentís como se contrae el músculo a punto que parece cobrar vida propia.
Bien, me ayudó a bajar de peso, pero no soy tonta, más me ayude yo con la dieta!
No conforme con este padecer, me compré otro voucher. Este era un poco más cálido, literalmente, jja. Primero una chica muy amable maniobraba sobre mi abdomen con una crema con lindo aroma para reducir y tonificar. No recomendable si no fuiste antes al baño! Luego, las famosas ondas rusas y para rematar: ozonoterapia. Eh? Si, ozonoterapia. En que consiste? Te meten en una cabina sentadita en ropa interior y te cierran dejando afuera solo la cabeza y ahi te suben la temperatura tanto como aguantes. Afuera ya hacían unos 30°C a la sombra promedio, yo aguanté 42°C por 17min. Mi dió, creí que me estaban horneando!!!! No podía ser más gráfica la imagen. Con todo esto bajé 4cm. Si, no es tanto, pero suma o mejor dicho, resta, jjajajaj. Como todavía no me daba por vencida, me compré otro grupon. 12 sesiones. Volvi a las botas que se inflan y los electrodos, pero me encontré con dos novedades: la radiofrecuencia y el ultrasonido. Parece que que la radiofrecuencia es letal, pues solo podés hacerla una vez por semana. Consiste en un mango que tiene una luz en la punta y te lo frotan por la piel. De a poco empezás a sentir calor. NOOO, me están cocinando! No me pregunten para que sirve, no le entendí. Creo que me va a eliminar las estrías.mmmm. Bue, el ultrasonido, te frotan con una cabeza metálica. No se siente nada!
Mientras todo esto ocurre me pregunto: ¡¿Qué miércoles hago aca?! Pensar que hay mujeres (ojo, también hombres) que hacen esto todoo el año. En uno de los centros, unas sesiones, me encontré con una señora que no tenía ningún reparo en circular sin ropa, solo en bombacha por las instalaciones. Nooo señora, porque?! Bue, hay de todo.
Ultimamente, para disminuir los dolores de espalda, no se me ocurrió mejor idea que interpretar una oferta de grupon y me compré 5 sesiones en una camilla termomasajeadora con piedras de jade. Uh si, todo un título! De movida, te dejan sola, encerrada a merced de esa diabolica camilla. La camilla tiene como una canaleta, que luego entendí para que estaba. Por allí circulan las piedras de jade. Recorren desde la nunca hasta el coxis, haciendo presión hacia arriba, menos mal que tengo 13kg menos!!! A medida que pasan los minutos, las piedras se calientan. O sea, que no solo sentís unas pelotitas duras que se te van incrustándo al costado de la columna, sino que ahora están calientes! La primera sesión me fui peor de lo que entré, la segunda pude conseguir que las piedras no llegaran más lejos que la cintura y la pasé mejor.
Hay que ver lo difícil que es ser mujer! jjajajaja...
Hay un grupon donde hacen una terapia para los pies con peces, capaz, me animo, jjajajaja...
Hasta la próxima, Daniela.