Luchando contra los molinos de viento.

Hola amigos! Hoy estoy particularmente feliz. Hace unos meses les había escrito sobre el terrible bochazo de la materia que me trababa el final de la cursada. En esas líneas también les hice saber que no iba a bajar los brazos. Y así fue...Hoy me enfrenté por segunda vez a los molinos de viento. Una compañera me pasó las grabaciones de toodaas las clases del cuatrimestre pasado, asi que, varias tardes a la semana, por mes y pico, me sentaba a escuchar las clases y tomar nota tal como si estuviere allí de cuerpo presente. Salvo que a veces, estaba de pantuflas, un poco despeinada y con el mate en mano. Bue...los privilegios del estudio a distancia...Cuando ya habia tomado nota de todas las clases, me las llevaba en el mp3 para escucharlas durantes los viajes al trabajo o facultad. O entra o entra, me dije. Por si esto no alcanzaba, todos los martes me reunía, café y torta de chocolate de por medio, en un café cerca del trabajo con una compañera que es psicóloga y charlabamos sobre la bibliografía, me sacaba las dudas y demás. Ceci, la compañera en cuestión, me facilitó bibliografía que no era del programa pero que me ayudaban a redondear. A distancia mi amigo Alfonso, que estaba haciendo uso de una merecidísima beca de estudio sobre una especialidad de la filosofía, me ayudaba con las primeras unidades que hablaban de Descartes, Hume, Husserl y la mar en coche. No voy a dejar de recordar a los compañeros que me facilitaron sus apuntes, trabajos domiciliarios y palabras de aliento y a santo de Rodrigo que se bancaba mis estados de nervio, contraturas y explicaciones sobre las escuelas psicológicas. Como tampoco a los que pusieron la oreja para que pudiera quejarme a viva voz. Bueno, amigos, todo esfuerzo vale la pena. Un mes y medio de soñar con ataques raros, de paralizar las demás materias, de emborracharme de psicología, hoy llegaron a su fin. El lunes cuando me anotaba, empecé a sentir algo raro, me dio miedo, me asusté. Como siempre, hasta anoche no sabía nada. Me agarró un ataque de alergia de novela y esta mañana me levante con una revolución en el estómago, me hacía un ruido....Bueno Daniela, calzate el armadura y casco y adelante! Los que me conocen ya saben que soy una topadora cuando me lo propongo, pero bue, despuès de la amenaza de la vez anterior, no sabía que pensar. Mientras recorría las 20 cuadras de casa a la facultad, solo pedía a las fuerzas superiores "lucidez y concentración" del resto me encargaba yo. Tenía que hacer un buen escrito para pasar al oral y ahi ponía en marcha mi mejor virtud, HABLAR SIN PARAR. En estos casos viene bien. La otra vez no llegué a ese momento. Averiguo el aula. Me siento a esperara. A los 15 minutos llega uno de los profesores, el de la amenaza encubierta. Pero me saluda amablemente y con un beso, lo cual me dio un buen indicio. Me escribe la consigna en un papel y me dice que solo tengo un ahora y media. Como yo soy sintética para escribir , no me preocupé por el tiempo. Más me preocupaba que no apareciera el otro profesor que me reaultaba más macanudo. Mientras escribía pensaba como me iba a destripar este ser humano. De a poco el aula se fue vaciando hasta que quedamos él y yo. Mierda, no voy a tener testigos. Si me amenaza otra vez? También esto me podía jugar a favor, pero bueno, no se sabe. Mientras me corregía meneaba la cabeza afirmativamente, lo cual fue otro buen indicio para mi. Desde el escritorio me dice: veni, acercate, esto está aprobado. No les cuento lo que fueron esas palabras para mi...Me siento, Me excuso por lo comprimido del relato, pero me dijo que no había problemas porque se notaba que estaba bien preparada. Después me dice que me va a preguntar algo por foramlismo. Entonces yo, sabiendo que esto iba a conducir la charla, le manifiesto como me había gustado el texto de Merlau-Ponty. Realmente me interesó el tema, pero además sabía que este autor a él le parecía muy dificil e importante. Anotar ese punto me acercaba al exito. "Bueno, hablame de Ponty", me dice. Bingo! Le dije dos otres conceptos importantes, se los relacionés con la fotografía, con mi vida y con la musicoterapiay... gooooool. Bueno, te acordas algo de los seminarios, me pregunta. Cito unas corrientes, unas pavaditas y otra vez...gooooool. Sus palabras fueron: muy bien, se te nota la preparación. Te felicito! Si, señores, el mismo que hace unos meses me miraba con brazos cruzados, me anotaba el dos y me amenazaba con el bochazo si no cursaba, hoy me estaba felicitando. Amigos, hoy se inscribe otro hito en mi historia académica.Molinos cero, Daniela siete. Ahora camino al final. Hasta la próxima. Daniela.

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