viernes, 28 de marzo de 2014

Crónicas de microcentro...

Buenos Aires tiene es que sé yo, empezaba aquella balada. Y esa es mi sensación cada vez que me acerco al centro y cuanto más al micro, más fuerte. Hoy fue uno de esos días. Una mañana de trámites, esos trámites que a la altura del avance tecnológico en el que vivimos aún no entiendo. Para trabajar en capital, tenía que tramitar una ficha censal. Pero nunca es algo de entrar y salir. Yo no entiendo ese dicho tal cosa "es un trámite", dar tal materia "es un trámite", ir a ver a tal "es un trámite"...Yo no sé si es algo que me pasa solo a mi, pero nunca un trámite es "un trámite". Siempre pasa algo. O será el estigma del campo lo que me boicotea? Bueno no sé... Pero para este "trámite" tuve que pasar media mañana dando vueltas para una batería de exámenes médicos y psicológicos, de los cuales nunca tuve ninguna devolución, pero sé que soy apta, al menos eso reza en el papelucho que dio como resultado ese "trámite". Luego ir al ministerio de educación en plena revuelta docente, policías custodiando incluidos,  a buscar otro papelucho que, al mejor estilo búsqueda del tesoro, era la pista para la próxima etapa del trámite. Y yo, en mi fuero intimo, preguntándole retóricamente, para esto me haces venir con tanta urgencia?! Porque para cada una de las pistas de esta búsqueda del tesoro, este "trámite", recibía una llamada donde el mensajero terminaba el mensaje con la dura sentencia: si no viene a la brevedad será cesada en su cargo. Ah, bueno....Tipo "se auto destruirá en diez segundos", lo que me faltaba. Estos chicos deben creer que uno esta en la casa solo esperando esa llamada. 
Bien, ahora tramitar los antecedentes penales, el certificado de reincidencia, decía en la lista de encomendados que debía hacer. Y yo me preguntaba, esto está mal, porque para reincidir primero hay que incidir, no? Claro que estaba mal, debía decir antecedentes penales, ahí diría si reincido o no. Este si fue "un trámite". Una señora con sobrepeso, que ni me miró a la cara por estar muy preocupada en contarle sus desventuras del fin de semana a la compañera, tomó mi mano con guantes de látex para hacerme marcar mis huellas dactilares en un scanner. Cuanta profilaxis!! Me llevó más el viaje al centro que el asuntito de los dedos. Una a favor...
Ahora ojo, porque una vez que tenías ese bendito certificado tenías cinco días para entregarlo porque ahi si se auto destruía. Gozaba de cinco días para mandarme todas las macanas.
En cuanto lo tuve, última parte del trámite. Juntar una serie de papeluchos, para llegar al tesoro! 
Viaje en subte hora pico. Necesitan que se los describa? Había tanta gente en ese coche que el olorcito a limón, ni se percibía o mejor, se camuflaba. Caminar por las callecitas del centro. Jóvenes con mochilas enormes y looks bastantes excéntricos hablando en los idiomas que se imaginen; orientales con cámaras de fotos y otros grupos turísticos subiendo a los colectivos de las recorrida guiada; hombres y mujeres super arreglados con ropa de última moda y muy apurados entrando a las diferentes oficinas públicas y privadas; las calles en arreglos, las nuevas peatonales que llegaron a eso debido a las máquinas que obstruían el paso de los autos; seres humanos de los cuales no pude identificar su sexo debido a su indumentaria y demás...
Encuentro el edificio. Me meto en el ascensor. Ascensor que en cada piso, antes de abrir la puerta, anunciaba: exceso de peso, descienda un pasajero, piso tal. Estaba sola en el mismo y sé que sume unos kilos, pero es para tanto? Debería haber hecho una denuncia, te tira abajo la autoestima esa porquería....
Llego y no espero ni un minuto! Bravo, este "es un trámite". Hasta que ..."No, este titulo no está legalizado en ministerio del interior. Pero no te hagas problemas, el ministerio está acá a la vuelta. Agarras por acá, y (bajando la voz y agachando su cuerpo en señal de secreto) donde está la SIDE, por ahi". Eh? Bueno, dejá yo me las arreglo para llegar, pensé...
No sé cual es el concepto de "acá a la vuelta" de este muchacho, porque estaba como a ocho cuadras! Llego después de las indicaciones de un policía, que para mi, trabajaba en la side, porque también se puso en actitud de secreto, después de medir mis intensiones. 
Veinte personas adelante! Por suerte iba rápido. Iba rápido porque ni miraban lo que sellaban. Le podía dar una hoja con la tarea del colegio y me la hubieran legalizado igual. Da igual, yo tenía que volver " a la vuelta" para conseguir ganar  la búsqueda del tesoro.
Muy bien, me dice, completame esta hoja. Acá tenes, este es tu número a partir de ahora. Llegué al tesoro! Una tarjetita de papel fotocopiado en blanco y negro de 7 X 10 cm completa por números chuecos.
Y bue... al menos me di una vueltita por el centro. Esquivé motos y taxis. Caminé por veredas y calles llenas de escombros. Vi gente rara de todas las culturas, credos y estatus sociales. Percibí el aroma a café recién hecho, a perfume importado, a flores, a cemento fresco, a combustión también.
Que lindo mi país!
Bueno, hasta la próxima. Daniela.