jueves, 13 de octubre de 2011

Renovando el celular.


Hola amigos! Aca estoy nuevamente. Estuve medio desaparecida pero no porque no pasó nada en mi vida que merezca compartir, sino por falta de tiempo para tal actividad.
Les comento una corta crónica informática.
Mi querido teléfono celular , que conservo de hace siete años. Regalo de mi madre el último cumpleaños que pasé en la casa materna antes de mudarme sola.El cual no fue un regalo casual. Que bueno que te independizas hija! Pero te regalo un celular para encontrarte o encontrarte. Igual, nunca fue de llamarme mucho.Me dejó ser...
Me había apegado mucho a ese aparatito. En su momento era pintón y moderno. Pero al pasar el tiempo, la cosa cambió. Pantalla de dos por dos centímetros. Nada de sacar fotos, reproducir música, ringstongs. Bleutoot, nada, pero se ponía azul la pantalla. Touch, nada, pero se dajaba acariciar, jajjaja.Nunca tuve miedo que me lo roben, porque el día que eso pasase, no solo me lo devolverían sino que me darían plata para cambiarlo. Ahora eso si: mensajes y llamadas sin problemas. Ah , también funcionaba como despertador. Pero para que más lo quería! Un teléfono es para comunicarse y eso lo hacía bien.
Poco a poco fue aflojando el pobre. De repente alguién me llamaba y se apagaba por falta de batería. Tenía que cargarlo cada dos días. Un día programo el despertador. La técnica es: programar primero la radio para que se prenda, pero por si se corta la luz, programo el teléfono. Pero dos mañanas creí haber apagado el telefono sin darme cuenta. Pensé que me había dormido. De repente, la pantalla me avisaba que tenía un mensaje o me aparecían llamadas perdidas, pero no entendía como no había escuchado. Creí haber quedado sorda! O ser tan tonta de no cambiar a modo "sonido" al volver del trabajo o la facultad. Pero no. Nada de esto estaba pasando. El pobre se había quedado áfono! Si amigos, no sonaba. Ahora si se complicaba. Si para lo único que lo quería era para comunicarme pero no lo escuchaba, no andaba. Tuve que tomar la gran decisión de sacar el cocodrilo del bolsillo y cambiarlo. Me demoré en el trámite. Tenía que hacer el duelo...
Una tarde que volvía temprano de la facultad, junté coraje y me mandé a una oficina de ventas. Entré , esperé mi turno y le dije a la simpática vendedora: quiero cambiar mi aparato, conservando el número. Quiero un aparato barato, simple, básico y que no llame la antención. Al lado tenía un pibe que se estaba comprando uno que era una nave espacial. Creo que venía con un chino adentro que le contestaba los mensajes...
Nada de bluckberry, one touch y la mar en coche. Yo tengo mi básico telefono que,después de leer el diminuto manual,(si, soy de las que lee los manuales!)me entero que tengo funciones como "llamada falsa". Si! apretás un botón y te suena el telefono y entonces te podés escapar una reunión de plomasos simulando una llamada urgente. No es genial!ajjajaj...Ya saqué una foto y la guardé. También tengo personalizada mi melodía de llamada con un canción de mi querido Pedro Aznar. Lo puedo escuchar! Volví a tener despertador y hace diez día que lo tengo y todavía tiene batería!

Que adelanto, amigos. Hasta la próxima, suena mi llamada falsa, jajajaja...

1 comentario:

  1. Me voy a sentir muy mal cuando estemos charlando y te tengas que ir para atender una llamada...
    jaja. nuuuuuuuu. sé que no serías capaz de hacerme eso!
    Bueno, felicitaciones. Me toca muy de cerca esto porque mi ladrillito humildón pero fiel empieza a mostrar síntomas del paso del tiempo... mi meta es tenerlo en sus plenas capacidades hasta el año próximo. ojalá me aguante.
    besoos!!!
    Alfonso

    ResponderEliminar