Crónica de la visita sorpresa y el esperado festejo.

Hola, amigos! Aca estoy otra vez. Esta vez voy a contarles dos eventos encadenados. De uno ya tenía noticias y el otro una sorpresa, aunque no tan sorpresa.
Mi papá y la mujer, Silvina, cumplen los años en julio y este año los dos cambiaban de década. Entonces estaban organizando el fiestón. Todos hacíamos algo: una torta para la mesa dulce ,(yo hice la auténtica torta de coco estilo Daniela, que se olvidaron de poner en la mesa porque la llevé de Moron a Luján toda tapada y no la vieron), también hice lo centros de mesa, un amigo de ellos se encargó de hacer la pizzas gourmet y una pata de ternera de unos veintipico de kilos para comer con pan,mi hermana Sabrina y su marido hicieron unos videos con fotos de los dos y de la familia, ( por suerte se comportó y puso fotos donde todos quedamos más o menos bien), Marina la hija de Silvina, hizo las invitaciones... HUbo más ayudas, pero no recuerdo ahora. Como todo fue muy de libre organización, una amiga de Silvina le dedicó una canción; ellos nos dedicaron una canción a las hijas, el marido de Sabrina, Miguel y mi papá tocaron unos temas en el saxo y la trompeta respectivamente y después mi papá le cantó a Silvina una canción. Yo pensaba hacer una crónica en vivo pero me abataté, porque con el papelón que iba a hacer antes, alcanzaba. Si, un viernes a la tarde me cae un mensaje al celu convocandome para hacer una coreografía para la fiesta. A lo que yo respondí: se aceptan pata duras? y como me respondió "se acepta lo que sea", me prendí. La coreo era para iniciar la primer tanda de baile. A los dos primeros ensayos no fui y mi hermana Sabrina tampoco, asi que cuando caimos nos tuvieron que enseñar los pasos. Me fui diciendo: ahora me aprendo los pasos, para la fiesta compro un kilo de gracia y me la pongo, jajajaj. Aunque después de ver a mi hermana, me levantó el autoestima (shh, no le digan) El vestuario consistía en un traje de monja que teníamos que sacarnos en ocho tiempos para quedarnos en calzas negras , remera blanca y una pollerita de colores. Lo único que pedí es que me tapara el culo, porque ya tenía con desplegar mi gracia como para agregarle mi humanidad al aire! Para que contarles, me perdí a morir pero me reia tanto que nadie se dió cuenta. No puedo coordinar las caderas con lo pies y ni les cuento con los brazos, asi que imaginen ese espectáculo... Obviamente, el resto de la familia, incluído Rodrigo, tenía prohibido reirse de mi; de Sabrina si, de última que arreglen con ella. Nos divertimos mucho, bailamos, comimos y bebimos hasta altas horas , ya de la madrugada. Este es el evento conocido.

En la semana, pasaron cosas raras. De repente tengo un mail de mi hermana Soledad, que vive en Italia, que decía que necesitaba hablar conmigo y me preguntaba que mañana entre lunes y miércoles estaba en casa. Obvio , ando siempre dando vueltas como la perinolla, asi que le dije mi disponibilidad horaria. Me quedé preocupada, intrigada. Que me tenía que decir? Entonces, me compro una tarjeta para hablar larga distancia desde casa y, sacando cuentas de la diferencia horaria, me dispongo a llamarla. No me atiende nadie, alla serían como las 17 hs. Me conecto para ver si la engancho en el chat del trabajo. Me lo encuentro al tano. Le pregunto por Sole, me dice que no está, pero me avisa que me andaba buscando, que no era nada urgente. Ahi me quedé más tranquila. Habia pensado desde que estaba embarazada, con lo cual ya me estaba buscando el antídoto, a ver si me contagiaba ; hasta que se había peleado con el tano, pero su "no es urgente" me dio la pauta de que no. Lo que me quedaba era que me buscara para ser su cómplice en alguna sorpresa para los cumpleañeros. Pero no me había cerrado esto de llamar a la casa, que no me atendiese nadie , pero el tano diciéndome que estaba en su casa. Si estaba en su casa, porque no me atendía el teléfono?!
El jueves a la noche , llamó a Silvina por su cumple. Me atiende mi papá, de fondo escucho la voz de Juanilla y le pregunto si estaba. Él, entre la gente que me enumera, me dice "gennaro" pero inmediatamente se corrige y me dice "michi" (mi otro cuñado)mmm, dije yo. El miércoles había llamado a toda hora a Italia y nadie me atendía y a mi viejo se le escapa ese nombre y me insistía porque no faltase el sábado. Como iba a faltar si tenía que menear las caderas, llevar la torta y los centros de mesa, ah y un regalo que le hice en vitrofusión?!!
El viernes, mientras esperabamos en la fría mañana el colectivo que nos llevaría a Mercedes, le comentó todo esto a mi amiga Ailín y le comento que para mi que se vino o se viene. Mi viejo insistiendo, el telefono que no me atienden, no sé, ese sexto sentido.
El sábado me voy para Luján, cargada como el ekeko, toco timbre en lo me mi mamá y a que no saben quien me abrió la puerta?: siii, Soledad y Gennaro. Que se sorpendieron porque no me sorprendí, porque en realidad me imaginaba que estaba acá... Que buena sorpresa, no sorpresa!!! Resulta que era la única sonza de la familia que no sabía nada y nadie me decía nada...Que malos!!! Hasta Juana sabía.
Bueno, ya tendrán más...Hasta pronto, Daniela.