lunes, 20 de diciembre de 2010

Crónicas gesellinas


Hola amigos! Desde el jueves 16 al lunes 20 estuve con mis pequeños músicos de la orquesta escuela de La Matanza en el encuentro de orquestas escuelas en Villa Gesell. Si, si la hacemos , la hacemos con todo. Igual, no crean que cuando nos veamos voy a estar super bronceada, porque estuve de aquí para allá con los chicos de ensayo en ensayo. Las orquesta que recien nos iniciamos, solo llevabamos ocho niños, al director, un profe para capacitarse en luthería y una coordinadora que se encagaría de estar todo el tiempo con los chicos para lo que hiciera falta. Ya saben cual fue mi rol, no? Siii, "mamá gallina"! Me encargué de despertarlos, mandarlos a dormir, comer, bañarse, llevarlos a los ensayor y asegurarme que tengan todos sus elementos para tal actividad. Cargaba con cuerdas y resinas por las dudas, también me tocó cargar contrabajos y atriles, camperas mojadas por el mar, dinero, telefonos, el sandwichito que no quisieron comer en la merienda, y demás...Como verán casi me recibo de ekeco.
Podría contarles día por día al detalle, porque no le faltó nada al viajecito, pero se las voy a hacer casi corta,jajaja...
Compartíamos el hotel con los niños y profes de la O.E de Moreno. Una gente divina. Los chicos y grandes nos hicimos compinches rapidamente. Se armó un grupo bien solidario. Los niños compartieron habitaciones y muchos momentos. El último día, como los vimos tan amiguitos, les repartimos unos lápices que les dejó de regalo la profe Analía y unas cartulinas para que se intercambien telefonos, correos electrónicos, etc. Creo que se formaron algunas parejas, jajja, suele pasar....
A la profe Andrea (contrabajo) y el prof Hernán (violín de Moreno) les armaron una "historia" ya que todas las mañanas y tarde se iban y venían juntos del taller de luthería. ¿Los profes tiene algo? Preguntó directamente una de las nenas fundamentando esta pregunta con las salidas juntos. Otro de los fundamentos fue "salieron juntos en una foto muy contentos". Cuando escuchamos esto todos empezamos a hacer memoria con quien nos habían fotografiado y si estábamos riendo o no. "Toda foto donde sonrías con otro podrá ser tomada en tu contra", jajjaja. Viniendo al tema de las fotos , una mañana reflexionamos con una gordita divina de Moreno, que toca la viola y se llama Milagros, provista de unos cachetes como los míos. Le pregunto si a ella le pasaba como a mi que cuando sonrío para la foto los cachetes me cierran los ojos y parezco una chinita. Me reponde que si. Entonces le pregunto si puede hacer "conejito" porque mis cachetes son mazisos y no puedo si no me agarro los cachetes con las manos. Entonces me dice su técnica: te tenés que morder los cachetes por dentro. Así fue como esa mañana y luego a la cena se rieron de los diversos conejitos que hacíamos y que otros se pusieron a hacer.
Como les costaba irse a dormir... Todas las noches quisieron hacer una "pijamada". Si todo bien, pero después no se aguantaban las casi ocho horas de ensayo. Entonces les aguabamos todas las fiestas mandándolos a dormir. Carolina (preceptora de Moreno) y yo eramos las últimas en acostarnos, ella más tarde que yo, pués se quedaba vigilando en el pasillo de los varones. Una noche, ya en la cama, escucho al conserje decir "en la siete se cayó alguién y sonó feo". Yo entre sueño tardé en entender que en la siete estaban nuestras nenas. Salté de la cama en medias y camisón tomé la campera de Analía , mi compañera de cuarto y asi como estaba subí más rápido que el rayo. No fue nada. Una de las nenas que dormía en la camita de arriba le erró a la escalera, pero nada grave. Cuando bajo me doy cuenta, que con el apuro, no había visto que un grupo de señores, que se estaban hospedando ahi, estaban en el comedor, asi que lindo papelón me había mandado con ese loock!
Otra mañana, mientras despertaba a los chicos, casi me agarra un ataque cuando no puedo despertar a Francisco. Le golpeaba, le golpeaba, pero nada. Espío por la cerradura y veo la llave, o sea que estaba ahi, pero porque no se despertaba?! LLega Andrea de la playa y se va por afuera a golpearle la ventana. Asi fue, como después de varios compaces de ese dúo puerta- ventana, agitatto ma non troppo, que se escucha a lo lejos y como cuatro tonos abajo, "ya va" del pequeño. Ah... que sueño pesado pibe!
El director Flavio pasó a llamarse el "niño Garber" gracias a su indumentaria tan juvenil. La misma constaba en unas vermudas y remera o chomba,a las que se les sumaba una gorra con vicera. Una noche sale corriendo porque tenía que saludar a su madre, vestido de bermudas caqui y un rompevientos verde oscuro, "parece una guardaparques", comento y acto seguido la catarata de carcajadas. Al otro día apareció con bermudas azules , remera blanca de concierto y gorra azul "pareces la policia costera", le dije y otra vez risas. Bueno, le quedó el nombre ahora.
El director de Moreno llevaba siempre prendida en su mochila la wipala (bandera de los pueblos originarios) pero casi todos se la confundían con la bandera gay, con lo cual a sido blanco de varios chistes y cargadas.
Conocieron la playa de noche. Donde el viento me enredó tanto tanto el cabello, que casi lloro para desenredarmelo. Juntamos tanto arena en las zapatillas que no nos entraban los pies, las nenas se mataban de la risa. También fuimos una tarde, una horita después del ensayo, a la playa. Estaban felices, todos se metieron a pesar del vientito. Se metieron vestidos!!! Asi que tuve que mandarlos a bañar urgentemente con agua calentita, no sea que se enfermen, y Carolina llevó la ropa mojada con olor a perro bajo la lluvia a lavadero. En el hotel había una pileta y una mesa de ping pong. La mesa la usaban tanto como podían, pero la pileta no estaba tan disponible, sobre todo por la hora que volvíamos. El domingo teníamos unas horas libres después del almuerzo, era ahora o nunca, pero tenían que respetar el acuerdo de hacer la digestión y salir cuando yo les diera la orden. Tenían que bañarse y estar descanzados para la prueba de sonido y el concierto. Con tanta movida de instrumentos y prueba de sonidos, solo daba para que se metan veinte minutos. Como los chicos no tienen noción del paso del tiempo, les hice creer que iban a tener casi una hora de esa manera, los veinte minutos les parecieron una eternidad y respetando las reglas, se fueron a bañar.
A la noche: concierto! Estaban tan lindos...Todo el trabajo de esos días y de tantos otros antes de viajar, se plasmaron ahi. Que emoción!!! Ameritó el brindis con hamburguesas!!!! Los profes destapamos una cervecita, también ameritaba...

Hay más, pero prefiero contarlo en vivo, jajajja... Hasta pronto, Daniela.

1 comentario:

  1. qué grande la chela coordinadora!
    recompensa al esfuerzo y el trabajo. bien merecido!
    besos.
    alfonso

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