viernes, 3 de mayo de 2013

Crónicas de estacionamiento no ortodoxo.

Hola amigos! 
Ya saben como es mi relación con el manejo, la conducción del auto. Primero un miedo paralizante, después solo podía andar con copiloto, ahora ando sola!!! Si, después de juntar mucho coraje y pagar el seguro, me dispuse a manejar sola. Hay algunos días que voy y vengo a la facultad en auto. Autopista, avenidas 9 de Julio, Independencia, y demás. Me asusto? Si, a veces si. A veces ando tan dura, que me bajo como robocop. Igual viene bien, hago de cuenta que me hago una sesión de plataforma vibratoria mientras me desplazo. 
No les voy a volver a dar detalles de como se maneja la gente en la calle, ya me metí con eso y me doy cuenta que es un tema de nunca acabar. Yo para que las actitudes negativas de los otros no me amedrenten, desde adentro del auto, les hablo: "si, dale, pasame, a ver si perdés el turno en el telo" o "epa! para que la bosina" o "encerrame cuando quieras, total..."y la famosa: "no, peatón" cuando los veo que se me van a cruzar mal en el camino.
Pero mi gran tema ahora es el estacionamiento. Ya el día que rendí para la licencia, me mandé un papelón con los conos que simulaban autos (vean la crónica) y desde ese momento mi destino quedó marcado. Fue así como me inicié en el estacionamiento no ortodoxo. En que consiste? En meter el auto como se pueda. Todo eso que te dicen el la escuela de manejo de medir la ventana con el baúl y los espejo asi, asá...Todo eso se te olvida cuando querés estacionar en hora pico en calles de paso a las importantes avenidas de la capital, como es la manzana de mi casa. No te tienen paciencia, se te ponen  al lado, te tocan bosina, te dicen cosas no muy lindas. Y yo? Yo luchando con la dirección mecánica de mi autito, mi astigmatismo y poca noción de lo que ocupa realmente el auto. Mi situación ideal es tener media cuadra para mi sola y ahi, aún con todo ese lugar, me tomo cuatro a seis maniobras para, de todas meneras dejarlo torcido a un pie del cordón. Pero esta situación ideal no se da casi nunca. Entonces tengo que recurrir de ocho a diez maniobras de las cuales en , al menos una, toco sutilmente alguno de los autos que hacen de límite. La paso tan mal, que termino sacándome el abrigo de todo lo que transpiro. Ahora no solo reafirmo mis músculos, sino que libero toxinas como en un sauna. Al  final se convierte en una práctica saludable.
Ayer me pasó una que merece ser contada! Estoy llegando a casa a eso de las 20hs, hora dificil en la manzana de casa. Entonces hay que recurrir a lo que Ro llama "la calecita" que es dar vueltas a la manzana, abrirse una o dos más hasta que encontras lugar. Ayer solo hice dos vueltas hasta que encontré un lugar pegado a la entrada de coches de un edificio. Situación ideal, porque tenía el espacio de la entrada para maniobrar tranquila. El tema fue que no sabía porqué cuando daba marcha atrás, me parecía subir al cordón. Digo me parecía porque desde el espejo lo veía al cordón y si lo veía no podía estar sobre él, pero sin embargo el auto estaba ladeado! Entonces empiezo el baile, pa´delante, pa´trás; pa´delante, pa´trás. Hasta que escucho: te ayudo? zas, pensé los trapitos que quieren plata. A lo que gire la cabeza y, viendo que era un señor bien vestido y educado, le respondo: no, tengo que aprender. Si, pero mejor te ayudo para que no hagas mierda el de atrás que es el mio, me dice. A bueno, pensé y dije, y acto seguido se me paró el auto. Lo dejé que me ayude, si de todas maneras no se iba a ir hasta que se asegurara que no le hacía nada a su super nave espacial. Claro, yo no le aclaré que en mi técnica no ortodoxa de estacionamiento, cuando la situiación es ideal, no toco el auto del compañero. Pero no daba entrar en detalles, asi que lo dejé que me ayude, de paso le levantaba el auto estima por haberle enseñado a una boluda a estacionar. 
Quedó perfecto. Obvio, no se fue sin antes darme las máximas sobre el estacionamiento. Yo me tomé el tiempo para ver de donde había salido y ahi terminé matándome de risa. Lo veo entrar al gimnasio, por lo tanto desde adentro del mismo estaba apreciando mi técnica no ortodoxa y, perplejo por el estilo, dejó las mancuernas en el piso para venir a brindarme sus conocimientos!
Yo sé que se moría por saber como, con tanto lugar de sobra, yo me tomaba más de dos maniobras para meter mi autito en su lugar, pero se quedó con las ganas. jajajjaja...Ah, el auto se subía a un seudo cordón de material que hicieron en el edificio para meter los autos, no me subía al cordón, no estoy tan mal!!
Hasta la próxima. Y los que quieran tomar clases de estacionamiento no ortodoxo, me avisan, hay cupos.
Daniela.

2 comentarios:

  1. jajajaajaj que risa! siempre encontrando el lado positivo a todo...genia!

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  2. jua jua jua! peligro andante. yo tengo la teoría de que si tocás despacio al otro auto no le hace nada. hay una señora en caballito que no comparte esa teoría, por lo que un día me puteó mientras yo hacía mis maniobras para salir (que a veces es tan complicado como estacionar! cuando te hacen un sánguche lacrado entre dos autos).
    abrazo!

    alfonso.

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