Al Maestro Cattaruzzi

Hola amigos.
Tenía pensado escribir en la próxima entrada algo sobre en bicentenario, pero hoy me desayuné con una noticia que me movilizó. Una noticia no muy alegre, de esas que te sacuden y te hacer recordar lo valiosa que es la vida. A mi querido Maestro Cattaruzzi, el violinista director de la orquesta de cámara de Morón, donde toco hace varios años, volvió a padecer un ACV (accidente cerebro vascular). Tiene arriba de 70 años y un tercer AVC decantó en un coma, de momento con un pronóstico bastante malo.
Esta semana, como si fuese una señal, que poco atendí, se me apareció en mis pensamientos. Retomé mis clases particulares de cello y quería ir a verlo para contarle y decirle que ni bien acabe el cuatrimestre volvía a ensayar. Ya me lo imaginaba con su mirada seria diciendo: "para qué? Sin vos estamos bien... Si cuando venís haces lío y no parás de hablar". Hoy cuando me llegan las primeras noticias, me di cuenta que no me dió tiempo.
Catta, como le decimos todos, ha hecho marcas en cada uno de nosotros de una manera especial. Cuando lo conocí no podía entender lo resongón que era. Me hacía enojar mucho! De movida , me decía "Melania"(mela= manzana en italiano)porque tengo cara de manzana. Imaginen mi reacción! Después se despachaba con cosas como: " cuanto más grande el instrumento, más tonto el músico".( creo que usaba un termino más agresivo, pero lo reprimí)"Los chelos siempre fuerte!!!" y no sé cuantas más... Con el tiempo, aprendí que esa era una postura de defensa y dejó de afectarme.
En un momento de vacas flacas, donde no podía tomar clases de chelo, él se ofreció a enseñarme lo que sabía. En realidad, me contuvo y sostuvo en ese tránsito dificil. Iba a su casa, mate de por medio, tocabamos un poco. Escuchábamos algo. Un día me dijo una frase que me quedó sonando y que la tengo presente siempre. Me dijo: "lo que yo te doy es el 10% de tu formación pero el 100% de mi formación" con esto queda claro su generosidad. Confió en mi y nos adoptamos. A partir de ahi, es mi sostén musical.
Hoy después de esperar largo rato, con esa tristeza de algo que tarde o temprano va a llegar, aunque nos resistamos; pude pasar a verlo. Le tomé la mano tanto como pude entre los tubos y cables, y le hablé. Lo saludé, le dije que se ponga bien, le di fuerza y le avisé que ya estaba llamando mucho la atención, que ya se mejore. Cuando le hablaba movía los ojos , como queriémdolos abrir. Para mi que me quería decir: "Melania, deja de hablar , che!"
Vamos a ver que pasa. Solo podemos acompañar. Que cosa... Si hay algo de lo que estamos seguros al nacer es que algún día vamos a morir, pero aún así, nos cuesta entenderlo.
Hasta pronto...